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Una Constituyente que haga "tábula rasa" es la insólita propuesta de las FARC-EP

Tábula rasa

				

Al margen de la agenda consignada en el Acuerdo General para la Terminación del Conflicto, la Delegación de las FARC-EP en la Habana expresó a la delegación de Congresistas que se desplazó a esa ciudad el pasado 30 de octubre su rechazo a los mecanismos de refrendación e implementación de los acuerdos promovidos por el Gobierno que encabeza el Presidente de la República Juan Manuel Santos. La reiterada propuesta de las FARC-EP de convocatoria de una Asamblea Constituyente rompe todos los esquemas formales y sustanciales pactados por las partes.Es ésa la impresión que deja el contenido de la comunicación del grupo insurgente que plantea "una reconfiguración decorosa de las instituciones de la República, abriéndole las puertas a la decisión del soberano". "la construcción de unas instituciones respetables" , la "resolución de problemas que tienen que ver con la soberanía, la miseria, la desigualdad, la democracia", asuntos como "la reforma a la justicia, a la salud, a la educación, al sistema electoral", "la intervención de los organismos de control, una reforma política profunda, la ampliación del periodo presidencial sin reelección, el reordenamiento territorial, y nuevos parámetros para convenir el presupuesto militar para una época de post acuerdo"..."una doctrina militar patriótica que erradique la teoría del "enemigo interno" e integre una institución policial desmilitarizada, la creación de las figuras del ombudsman de la Naturaleza y del ombudsman de la Paz", son algunos de los temas de los que  según los delegados de las FARC se ocuparía la Constituyente. Una Constituyente no es escenario para la refrendación de acuerdos. Los delegatarios que integran una Constituyente realizan su misión en un contexto delimitado por la ley que la convoca, pero gozan de un amplio margen de configuración de las normas que producen. No es posible anticipar la configuración política de una Constituyente porque son los ciudadanos que eligen a sus delegatarios. Por ello, nadie puede asegurar que una Constituyente vaya a plasmar en un acto reformatorio de la Constitución los acuerdos alcanzados en la Havana y mucho menos las ambiciosas propuestas dadas a conocer el pasado 30 de octubre por la delegación de las FARC-EP. Agenda que por lo demás desborda los puntos plasmados en el Acuerdo General suscrito en 2012 y pone en riesgo la terminación exitosa del proceso. La propuesta de las FARC-EP no es descabellada pero si es inoportuna porque niega la validez de los acuerdos logrados con muchas dificultades en la mesa. Cambios tan profundos como los esbozados en su comunicación de octubre 30 podrían ser planteados desde la legitimidad que ese grupo armado se gane en el escenario de la democracia, cuando haga dejación de las armas.